Durante décadas, nos hemos acercado al mundo de la moda con la filosofía de comprar, usar y (tras un corto periodo de tiempo) tirar. Los productos son menos costosos pero también duran mucho menos. La calidad de los productos y su durabilidad se sacrifican a costa del bajo precio. Cuando pensamos en reparación de ropa, podríamos pensar en nuestras abuelas, quienes con aguja e hilo reparaban cualquier cosa o ajustaban la talla de la ropa cuando no les quedaba bien; parece que esto se debe a que la cultura de reparar ropa (e incluso ropa hecha en casa) ahora parece parte de otra generación, de otra época. Un proceso tan sencillo se ha vuelto cada vez menos común en la sociedad con el paso de los años, hasta el punto de que ahora es difícil encontrar personas que sepan reparar ropa o que tengan un negocio en este ámbito.
Esto se debe a nuestra cultura del descarte: ya no nos apegamos a la ropa y hemos perdido de vista su valor. Es tan barato que no tiene valor emocional o personal. Como resultado, es más fácil deshacerse de él que repararlo. Sin embargo, desde el punto de vista de la sostenibilidad, la reparación de ropa es una excelente solución que solucionaría muchos problemas asociados al desperdicio de material textil que se desecha tras algunos usos.
¿Qué es la reparación textil?
Remendar es el acto de reparar prendas que presentan imperfecciones provocadas por el uso. Esto incluye defectos como agujeros, manchas, rasgaduras y botones faltantes. La mayoría de las veces, implica algún tipo de costura. La reparación de ropa es una práctica antigua, existe desde que existe la ropa. Los primeros humanos vestían prendas hechas con varias pieles de animales, y los antiguos egipcios reparaban un tejido tres o cuatro veces antes de colocarlo como tela de embalsamamiento en la tumba de alguien. A lo largo de la historia, la clase trabajadora haría todo lo posible para prolongar la vida útil de sus guardarropas porque los textiles en sí eran extremadamente valiosos y preciosos, por lo que valía la pena preservarlos. Por el contrario, el auge de la moda rápida y su modelo de obsolescencia incorporada ha devaluado tanto los materiales como el trabajo humano necesarios para confeccionar una prenda.
¿Por qué es importante reparar?
La solución más sencilla al problema de la moda rápida es reducir el consumo. Por eso es importante reparar. La reparación es una práctica circular que enfatiza el cuidado y el uso repetido sobre el consumo. Si desea ofrecer a sus clientes una relación más sostenible con su guardarropa, ofrecer soluciones de reparación es una de las mejores formas de evitar que los residuos acaben en los vertederos y crear una relación sólida con sus clientes.
Al reparar y reparar los productos que vendes, te aseguras que se puedan usar por más tiempo, lo que reduce el impacto en el medio ambiente y el consumo de cada persona que opta por reparar un producto, y te aseguras que se destina menos a desperdiciar. Remendar es fundamentalmente un acto radical de cuidado en un sistema de moda rápida que se nutre del descuido.
Además, más allá del impacto medioambiental, el proceso de reparación de ropa tiene varios resultados positivos para una empresa. Si primero crea productos duraderos y fomenta la reparación, está construyendo relaciones de confianza con los clientes y los productos de sus marcas. Los clientes volverán a su marca si ofrece un mayor valor del producto. Además, tiene la oportunidad de formar conexiones emocionales con sus clientes. Todo esto se puede lograr a través de storytelling y branding: puedes ilustrar y narrar cómo quieres que los clientes traten los productos y cómo se vincularán emocionalmente con ellos (puedes enfatizar cómo comprar productos duraderos, cuidarlos bien y remendarlas puede cambiar la relación que tenemos con nuestra ropa y cómo es posible crear recuerdos con ella). Cultivar una actitud que valora cada prenda hasta el punto de intentar repararla tantas veces como sea posible lleva al consumidor a desarrollar una relación con las prendas de su armario más profunda que la del 'usar-tirar' que nos ha enseñado el fast fashion.
La Patagonia realmente está rockeando
Cuando se trata de durabilidad y cuidado posterior del producto, Patagonia es sin duda uno de los mejores ejemplos a considerar. La Patagonia tiene dos enfoques para cambiar las relaciones de las personas con la ropa. En primer lugar, en el proceso de fabricación, se comprometen a crear productos duraderos y de alto rendimiento utilizando materiales reciclados siempre que sea posible. En segundo lugar, se comprometen a reparar, reutilizar o reciclar sus prendas cuando lleguen al final de su vida útil.
Patagonia comenzó a seguir este camino hace unos diez años, después de comprometerse públicamente a retirar de los clientes cualquier producto que hubieran fabricado, y se comprometieron con el principio de “Reducir, Reparar, Reutilizar, Reciclar”. Creen firmemente que, en primer lugar, muchos productos no deberían fabricarse ni comprarse porque todo lo fabricado tiene un coste medioambiental mayor del que podemos pagar. Todo lo que esté roto debe ser reparable y todo lo que todavía funciona pero simplemente está colgado en un armario o guardado en un garaje debe reintroducirse en el mercado.
Ahora dirigen la instalación de reparación de ropa más grande de América del Norte (reparan alrededor de 50.000 piezas por año). Su compromiso con la circularidad es realmente impresionante y está siendo un ejemplo para todas las empresas de la moda.
Cómo añadir servicio de reparación en tu negocio de moda
¿Entonces, qué piensas? ¡Definitivamente vale la pena intentarlo!
Empieza mirando marcas que ya están incorporando la reparación a su modelo de negocio, analizando su estrategia (por ejemplo Nudie Jeans , Patagonia , Suitsupply ) e intenta contactar con ellas, si es posible, para pedirles consejo sobre cómo empezar como un pequeño negocio de moda. También puedes empezar creando tutoriales sobre el cuidado del producto y técnicas básicas de reparación, como lo hizo Patagonia. Lo más importante es empezar a esforzarse por crear productos duraderos invirtiendo en materias primas de alta calidad y técnicas de fabricación eficientes. Cree un producto que conserve su valor con el tiempo.